Cuatro turistas estadounidenses y un piloto australiano que estaban en vacaciones, fallecieron cuando el avión en el que se transportaban se precipitó e incendió, poco después de despegar en la cuidad de Melbourne.

La ministra de la policía, Lisa Neville, señaló que los cinco que iban abordo de un avión bimotor Beechcraft Super King Air se estrelló 45 minutos después de la apertura del centro comercial Direct Factory Oulet.

La embajada de Estados Unidos en Canberra confirmó que cuatro de los fallecidos eran ciudadanos estadunidenses. Los tejanos Greg Reynolds De Haven y Russell Munsch habían sido identificados como víctimas por sus familias en redes sociales.

El piloto era Max Quartemain, propietario de la compañía Cárter Corporate and Leisure Travel, quien reportó un «fallo en el motor catastrófico», momentos antes que el avión se precipitase, acotó la policía.

«Vi el avión volando muy bajo y rápido, no pude ver el impacto pero cuando golpeó el edificio hubo una enorme bola de fuego, sentí el calor a través de la ventana del auto, y entonces una rueda de avión saltó a la carretera e impactó la parte frontal del taxi» relató un testigo identificado como Jason que pasaba junto al centro comercial en el momento del siniestro.