El Estado Islámico (EI) autodenominado así, se atribuyó el atentado que acabó con la vida de cuatro personas en Londres.
A través de un comunicado de Armq News, una empresa que difunde mensajes, el grupo yihadista se responsabilizó del ataque de Westiminster el miércoles 22 de marzo de 2017. El agresor era un hombre nacido en Reino Unido que estuvo hace años en el radar de los servicios de inteligencia británica por su vínculo extremista.
Aún no ha sido revelada la identidad del terrorista, que atropelló a una multitud de ciudadanos, atacó a dos policías con un cuchillo sembrando el pánico en el centro político y turístico de Londres.
Los servicios de inteligencia británicos conocían al hombre y lo habían investigado por extremismo en el pasado. Las investigaciones preliminares apuntaban a que actuó solo «inspirado en el terrorismo internacional islamista».
Un total de 40 personas resultaron heridas en el ataque, siguen ingresadas en diversos hospitales de la capital, siete de ellas en estado crítico.
Los cuatro fallecidos son el agente de la policía Keith Palmer, padre de familia de 48 años que vigilaba el Parlamento, la británica oriunda de Galicia Aysha Frade de 43 años, profesor de español en Londres, y un hombre de unos cincuenta años del que la policía no ha revelado la identidad. El cuarto fallecido es el propio atacante.
Las calles de Westminster, hogar del parlamento más antiguo del mundo, imbuidas de un espíritu de libertad y los valores que representa el Parlamento la democracia, la libertad, los derechos humanos y el imperio de la ley merecen la admiración y el respeto de la gente libre.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de solidaridad con la etiqueta #WeAreNotAfraid («No tenemos miedo»).
Foto: cuatro.com