La realidad que vive el sector de la pesca es preocupante ante el reclutamiento de pescadores por grupos narcodelictivos, situación que no soló afecta gravemente a la seguridad ecuatoriana, si no a la de las familias de los detenidos que cumplen sentencias en Estados Unidos y Centroamérica, donde el hacinamiento carcelario es alto.
El transporte de droga vía marítima en Ecuador, se ha convertido en una pieza clave para el reclutamiento de la tripulación, las organizaciones narcodelictivas facilitándoles las rutas de envío y contactos para el abastecimiento de combustible, la situación no es desconocida en el Ecuador, desde hace 4 años se ha conformado una Organización de Mujeres de Pescadores detenidos en el extranjero.
Las rutas utilizadas por estas organizaciones implican atravesar mar territorial ecuatoriano, incluso llegan a bordear las Islas Galápagos, para luego tomar rumbo a Centro y Norte América.
El mayor problema para realizar los trámites de repatriación se viven en los países de Centroamérica, así lo asegura la representantes de las esposas de los pescadores manabitas detenidos en el extranjero.
Ellas, aseguran que la situación económica después del terremoto en Manabí, ha originado que los pescadores accedan a las provocaciones del narcotráfico.
Según un informe de “Report on citizen security in the America’s de la OEA de 2015, “El salvador posee las cárceles con mayor superpoblación con un (29%), seguido de Bolivia (23%) y Haití (218%), el hacinamiento se traduce en enfermedades, mala alimentación y violencia.
Hasta mayo pasado, se registraban más de 300 pescadores ecuatorianos capturados en aguas internacionales, según datos del Ministerio de Justicia de Ecuador, sin embargo esta cartera de estado reconoce que hay una alerta y que ese número podría haberse incrementado en los últimos meses.
En agosto de este año, Estados unidos reportó que ese número se ha cuadriplicado.