Matthew Murray circulaba a unos 80 km/h por las sinuosas carreteras de Santa Mónica cuando la dirección de su moto se bloqueó. Antes de que pudiera saltar, vehículo y piloto se salieron de la calzada y volaron alrededor de 76 metros en un accidente que pone los pelos de punta.

Murray sobrevivió a la caída, pero su moto, que era donde guardaba su teléfono móvil, estaba fuera de su alcance, así que no podía llamar al 911 y estaba completamente fuera de la vista para nadie que circule por la carretera.

Con los huesos de la cadera y la pelvis rotos y los pulmones perforados, el piloto se las apañó para trepar penosamente por el terraplén por el que había saltado hasta llegar a la carretera, donde llamó la atención del primer coche que pasaba. A día de hoy, se recupera de las heridas en un hospital. En la memoria de su cámara seguirá estando el recordatorio del día en el esquivó a la parca de milagro. [YouTube via Autoblog]

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