En la mañana de hoy, prestadores de servicios de salud se concentraron en los exteriores de la Caja del Seguro Social en Guayaquil para exigir el pago de sus honorarios atrasados por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Con pancartas en mano y consignas en voz alta, los profesionales de la salud denunciaron la falta de pagos que, según ellos, se ha extendido por varios meses, afectando gravemente su economía y la calidad de los servicios prestados.

Los manifestantes, que incluían médicos, enfermeras, técnicos y otros profesionales del sector salud, señalaron que la situación ha puesto en riesgo la continuidad de los servicios médicos y el bienestar de los pacientes. «Estamos aquí porque no podemos seguir trabajando sin recibir nuestro sueldo. Esto no solo nos afecta a nosotros, sino también a los pacientes que dependen de nuestros servicios,» afirmó uno de los médicos presentes.

El grupo también criticó la falta de respuesta por parte de las autoridades del IESS, quienes, según ellos, no han ofrecido una solución concreta ni un cronograma claro para el pago de las deudas. «Llevamos meses esperando una respuesta y no hemos recibido nada más que promesas vacías. Exigimos una solución inmediata,» declaró una enfermera durante la manifestación.

En respuesta a las demandas de los manifestantes, un representante del IESS declaró que están trabajando para resolver la situación y que se han implementado medidas para agilizar los pagos atrasados. «Entendemos la preocupación de los prestadores de servicios de salud y estamos comprometidos a encontrar una solución lo antes posible. Estamos revisando los procesos administrativos para asegurar que los pagos se realicen de manera oportuna,» indicó el funcionario.

El plantón se desarrolló de manera pacífica, aunque los manifestantes no descartaron tomar medidas más drásticas si no se atienden sus demandas en el corto plazo. «No queremos llegar a una paralización total de los servicios, pero si no tenemos otra opción, lo haremos. Nuestros derechos deben ser respetados,» concluyó uno de los líderes de la protesta.