La delegación de Estados Unidos, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, contaba con 558 deportista en los que 15 de ellos estaban con permiso médico para utilizar sustancias prohibidas con fines terapéuticos.

El uso médico de sustancias dopantes fue expuesto por un grupo de piratas rusos que hackearon documentos oficiales de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), publicando la información a internet, apuntaron entre los deportistas estadounidenses a las hermanas Williams y la gimnasta Simone Biles.

Se establece que los atletas olímpicos pueden solicitar y recibir un permiso de esta índole por parte de sus federaciones o de las agencias nacionales antidopaje. Estas son enviadas a la AMA, para su contestación y luego realizar la entrega oficial al Comité Olímpico Internacional (COI), antes de la apertura de los juegos.

Instituciones

El AMA y el COI, rechazaron la petición de divulgar cifras durante y después de los Juegos de Río de Janeiro para la The Associated Press. Mientras que el director de la United States Anti-Doping Agency (USADA), Travis Tygart, mantiene que hay poco abuso de las exenciones en deportes que se basan en las reglas acreditadas por la AMA.