Este viernes 28 de junio de 2024, la periodista cubana Alondra Santiago ha decidido abandonar Ecuador tras el retiro de su visa por parte del Gobierno ecuatoriano. Santiago, conocida por su crítica al gobierno de Daniel Noboa, afirmó que su vida corre peligro y que su partida se realiza de manera legal, antes de cualquier orden de deportación.

En un emotivo video publicado en la cuenta de su abogado, Carlos Soria, Santiago expresó su decisión de dejar el país voluntariamente, denunciando lo que describió como un intento de silenciarla y un abuso de poder por parte del gobierno. «No seré parte del show que están montando para tapar su incompetencia», declaró Santiago, haciendo referencia a las acusaciones en su contra por una polémica parodia utilizando la letra del Himno Nacional.

La periodista también anunció acciones legales para revertir la revocatoria de su visa, mencionando que ha presentado recursos ante la Corte Constitucional y la justicia ordinaria, específicamente ante la jueza Sandra Yanchatipan de la Unidad Judicial de Quito.

La revocación de su visa se basó en acusaciones de actos que atentan contra la seguridad pública y la estructura del Estado, según el gobierno ecuatoriano, que no ha proporcionado detalles precisos sobre estas afirmaciones, limitándose a mencionar informes secretos de inteligencia.

El gobierno dio un plazo de cinco días a Santiago para que abandonara el país, plazo que expira el próximo sábado. La situación ha generado preocupación entre sus colegas y defensores de la libertad de expresión, quienes han denunciado una campaña de persecución contra Santiago por parte de las autoridades ecuatorianas.

Alondra Santiago es reconocida por su labor periodística crítica y por haber enfrentado previamente situaciones similares en su país de origen, Cuba, donde también fue objeto de represión por parte del gobierno.

El caso de Alondra Santiago resalta la tensión creciente en Ecuador en torno a la libertad de prensa y los derechos civiles, temas que han generado críticas tanto a nivel nacional como internacional.

Se espera que la salida de Santiago de Ecuador no disminuya la atención sobre su situación legal y los principios de libertad de expresión que su caso ha puesto en relieve.