La icónica empresa cosmética Avon ha iniciado un proceso de quiebra en Estados Unidos para hacer frente a su deuda y las responsabilidades legales derivadas de múltiples demandas que alegan que sus productos a base de talco estaban contaminados con sustancias cancerígenas. La compañía presentó su solicitud de protección bajo el Capítulo 11 ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware, lo que le permitirá continuar operando mientras elabora un plan para reestructurar sus finanzas.

En un comunicado emitido el martes, Avon aclaró que sus operaciones fuera de Estados Unidos no están incluidas en este proceso y continuarán funcionando con normalidad. «Las empresas operativas de Avon fuera de EE.UU., que continúan avanzando en iniciativas estratégicas, no forman parte de los procedimientos del Capítulo 11, y las operaciones siguen como siempre en los mercados internacionales de Avon», indicó la firma.

La decisión de declararse en quiebra llega después de que varios fallos judiciales ordenaran a Avon pagar millonarias indemnizaciones por casos de cáncer relacionados con el uso de sus productos. En diciembre de 2022, un jurado de Los Ángeles falló a favor de una mujer que demandó a la empresa, exigiéndole más de 50 millones de dólares tras ser diagnosticada con cáncer, supuestamente por el uso de productos de talco de Avon contaminados con amianto. Recientemente, otro jurado otorgó 24,4 millones de dólares a un exconserje de una planta de Avon en Illinois que fue diagnosticado con mesotelioma.

A pesar de estos desafíos legales, Avon sigue comprometida con su crecimiento y expansión internacional. Natura & Co, la compañía brasileña que adquirió Avon en 2020, ha acordado comprar las participaciones de capital en las operaciones fuera de Estados Unidos por 125 millones de dólares y ha asegurado una financiación de 43 millones de dólares para mantener la liquidez de Avon durante el proceso de quiebra.

Kristof Neirynck, director ejecutivo de Avon, destacó que la empresa está enfocada en modernizar su modelo de venta directa y reactivar la marca para acelerar el crecimiento a nivel global. «Seguimos centrados en impulsar nuestra estrategia comercial a nivel internacional», afirmó Neirynck, quien expresó su optimismo respecto al futuro de la compañía.

Este paso marca un esfuerzo significativo por parte de Avon para superar los desafíos financieros y legales en su mercado doméstico, mientras busca consolidarse y crecer en el escenario global.