La reciente adquisición de 22 nuevos vehículos para la Alcaldía de Quito ha generado controversia entre los miembros del Concejo Metropolitano, quienes afirman no haber sido informados previamente sobre esta compra. Según la Administración General del Municipio, desde octubre del año pasado se realizaron análisis para identificar los vehículos de la Alcaldía que ya habían cumplido su vida útil, lo que derivó en la decisión de renovar la flota.

Cristian Cruz, administrador del Municipio, explicó que, tras un diagnóstico de los vehículos en mal estado y la posterior subasta de aquellos que no estaban operativos, se determinó la cantidad de vehículos necesarios para el proceso de renovación. Sin embargo, los concejales se enteraron de la compra el día en que se entregaron los nuevos automotores, lo que ha generado molestia y sorpresa en varios de ellos.

El concejal Adrián Ibarra criticó a sus colegas que se quejaron del estado de los antiguos vehículos pero rechazaron los nuevos. «Que quienes se quejan del mantenimiento y estado de los vehículos anteriores sean los primeros en rechazar los nuevos, nos muestra la inconsistencia ideológica y el doble discurso que manejan algunos compañeros», señaló Ibarra.

Por otro lado, otros concejales, como Wilson Merino, manifestaron su preocupación por lo que consideran una contradicción con el Plan Maestro de Movilidad Sostenible, que prioriza el uso de vehículos eléctricos y promueve el transporte sostenible en la ciudad. «El plan prioriza a peatones y ciclistas, pero el servicio de bici pública se retiró de la ciudad, las veredas están destruidas y se compran vehículos a gasolina que siguen contaminando el ambiente», cuestionó Merino.

La flota de vehículos, que incluye 22 automotores valorados en USD 17,000 cada uno y un vehículo 4×4 para uso exclusivo del Alcalde, con un valor de USD 51,990, fue adquirida por un total de USD 479,000. La administración justificó la compra basándose en informes de la Policía Nacional sobre el nivel de riesgo que enfrenta el Alcalde, aunque no se han revelado detalles de dichos informes.

Ante la polémica, algunos ediles han propuesto alternativas para reducir los recursos destinados a la movilidad de los concejales. Cuatro de ellos no han aceptado formalmente los nuevos vehículos. Merino sugirió que el Municipio entregue los vehículos a la Policía Nacional y que los concejales utilicen transporte público o los vehículos que aún son funcionales.

El debate sobre esta adquisición se ha visto afectado por la falta de quórum en las últimas sesiones del Concejo Metropolitano, lo que ha impedido un tratamiento formal de estos contratos y resoluciones.