Cuáles son los 3 tipos de dolor que sufrimos (y por qué uno de ellos es un misterio)
El dolor es algo que la humanidad ha tratado constantemente de definir… pero no es fácil. Trata y verás. Te advierto que al Subcomité de Taxonomía de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) le tomó dos años de deliberaciones para llegar a una definición en 1978. Parte del misterio es que elLeer más
25 octubre, 2023
El dolor es algo que la humanidad ha tratado constantemente de definir… pero no es fácil.
Trata y verás.
Te advierto que al Subcomité de Taxonomía de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) le tomó dos años de deliberaciones para llegar a una definición en 1978.
Parte del misterio es que el dolor es más que biológico.
Aunque indiscutiblemente es una sensación en una parte o partes del cuerpo, siempre es desagradable y, por tanto, es también una experiencia emocional.
Al final, la IASP logró llegar a una definición, que fue revisada en 2018, y ampliamente aceptada por profesionales de la salud e investigadores en el campo del dolor, y adoptada por varias organizaciones incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El dolor es «una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con, o similar a, la asociada con daño tisular real o potencial«.
Pero no todos los dolores son iguales.
«Hay una gran cantidad de dolores diferentes, y el dolor de cada persona es distinto», le dijo a BBC Mundo la neurocientífica y experta en dolor Maria Fitzgerard, «pero han sido categorizados en tres tipos».
Eso según la fisiopatología, que estudia las alteraciones de las distintas funciones del cuerpo humano para comprender el porqué de la aparición de diversas enfermedades.
Según la IASP, «el dolor puede clasificarse como nociceptivo, neuropático o, en el caso del dolor crónico únicamente, sensibilización central, dependiendo del tipo de lesión y de la vía fisiopatológica que conduce a la percepción del dolor».
De esos tres, hay un tipo que, aunque nos hace sufrir, tiende a ser útil, y otros dos que ojalá nunca llegues a sentir.