Li Wenliang comunicó en un grupo de mensajería instantánea a sus ex compañeros de universidad sobre el caso de siete personas de un mercado local de mariscos en Wuhan, que presentaban un diagnóstico similar al SARS y habían sido puestos en cuarentena en su hospital. 

Las capturas de los mensajes de Li empezaron a hacerse virales y fue detenido por “publicación de informaciones falsas en internet”, además debió firmar una declaración reconociendo su delito menor. Posteriormente quedó libre, por lo que volvió a trabajar en el hospital.

Días más tarde, Li atendió involuntariamente a una persona con coronavirus, poco después empezó a toser y desarrolló fiebre. Fue ingresado e incluso permaneció en cuidados intensivos, finalmente dio positivo para el patógeno el 1 de febrero.

Durante las dos semanas siguientes a la advertencia realizada por este médico, la Comisión de Salud Municipal de Wuhan era la única fuente de información sobre el brote. El 17 de enero, las autoridades de ésa ciudad sólo habían reportado 41 casos, pero tres días después ya eran 198.  Esa misma noche, el presidente Xi Jinping ordenó «esfuerzos decididos para frenar la propagación», mientras que horas más tarde, un experto designado por el gobierno declaró que el virus se transmitía de persona a persona.

Redacción: Oromar TV