Más allá de romper el maleficio de pasar la fase de grupos, algo que no se conseguía hace 19 años: tristeza, frustración e impotencia es lo que queda en la selección de Ecuador. Se pudo conseguir más, fuimos mejores que Estados Unidos en cancha, pero goles son amores y no buenas razones; al final ello le dio la clasificación a los locales a las semifinales del torneo.

Ahora la Tricolor retornará a casa y debe mentalizarse en la doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas programadas para septiembre ante Brasil en el Atahualpa y Perú de visita. Para los jugadores es claro el objetivo de clasificarse a Rusia 2018, virar la página y mantenerse en lo más alto de la tabla de posiciones del clasificatorio.

No somos tan malos cuando perdemos, ni tan buenos cuando ganamos. Al inicio del proceso de Gustavo Quinteros con cuatro partidos invictos, para los críticos del fútbol era lo mejor que le pudo pasar a la selección; ahora los criterios son diversos y varios cambiaron su pensar. En fin lo que se espera es no desviar la intención del objetivo principal: clasificar al próximo mundial. RV

Aquí el mensaje de Antonio Valencia luego de la eliminación: