WASHINGTON (AP) — Un hombre de Texas fue declarado culpable el martes de irrumpir en el Capitolio de Estados Unidos con una pistola enfundada, una victoria histórica para los fiscales federales en el primer juicio entre cientos de casos que surgieron de los disturbios del año pasado.
Un jurado también condenó a Guy Wesley Reffitt por interferir con los agentes de policía que custodiaban el Capitolio el 6 de enero de 2021 y por obstruir la justicia por amenazar a sus dos hijos adolescentes si lo denunciaban a la policía después del ataque. Los miembros del jurado deliberaron alrededor de tres horas y lo declararon culpable de todos los cargos.
El veredicto podría ser un referente para muchos otros casos de disturbios en el Capitolio. Podría dar a los fiscales del Departamento de Justicia más influencia en las negociaciones de declaración de culpabilidad y desalentar a otros acusados de apostar en sus propios juicios.
Reffitt, de 49 años, de Wylie, Texas, no testificó en su juicio, que comenzó el miércoles pasado.
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WASHINGTON (AP) — Un jurado federal comenzó a deliberar el martes en el caso contra un hombre de Texas cuyo juicio es el primero de los cientos de personas acusadas en los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos el año pasado.
Guy Wesley Reffitt está acusado de asaltar el Capitolio con una pistola enfundada atada a su cintura e interferir con los agentes de policía que custodiaban las puertas del Senado. También está acusado de amenazar a sus hijos adolescentes si lo denunciaban a la policía después del ataque del 6 de enero de 2021.
Reffitt, de 49 años, de Wylie, Texas, no testificó en su juicio, que comenzó el miércoles pasado. Su abogado, William Welch, no presentó ningún testigo después de que los fiscales terminaron su caso el lunes.
Durante los argumentos finales del juicio , la fiscal federal adjunta Risa Berkower dijo al jurado que Reffitt condujo hasta Washington, DC, con la intención de evitar que el Congreso certificara la victoria electoral del presidente Joe Biden. Reffitt orgullosamente “encendió el fuego” que permitió que otros en la mafia abrumaran a los agentes de policía del Capitolio, dijo el fiscal.
Welch negó que Reffitt tuviera un arma en el Capitolio y dijo que no hay evidencia de que haya tenido algún comportamiento violento o destructivo. El abogado defensor instó al jurado a absolver a Reffitt de todos los cargos menos uno: dijo que deberían condenarlo por un delito menor por el cual ingresó y permaneció en un área restringida.
Reffitt enfrenta cinco cargos de delitos graves: obstrucción de un procedimiento oficial, estar presente ilegalmente en los terrenos del Capitolio mientras está armado con un arma de fuego, transportar armas de fuego durante un desorden civil, interferir con los agentes del orden público durante un desorden civil y obstruir la justicia. El cargo de obstrucción de la justicia se relaciona con sus presuntas amenazas contra sus hijos.
Reffitt fue arrestado menos de una semana después del motín. Ha estado encarcelado en Washington durante meses.
Reffitt es miembro de “Texas Three Percenters” y se jactó de su participación en los disturbios ante otros miembros del grupo, según los fiscales. El movimiento de milicias Three Percenters se refiere al mito de que solo el 3% de los colonos estadounidenses lucharon contra los británicos en la Guerra Revolucionaria.
Rocky Hardie, un autodenominado miembro de Texas Three Percenters, testificó que él y Reffitt tenían pistolas enfundadas atadas a sus cuerpos cuando asistieron al mitin “Stop the Steal” del entonces presidente Donald Trump justo antes de que estallara el motín.
Reffitt tenía el arma enfundada debajo de su chaqueta, llevaba esposas con cierre de cremallera y vestía chaleco antibalas cuando él y otros alborotadores avanzaron hacia los agentes de policía en el lado oeste del Capitolio, según los fiscales. Reffitt no está acusado de ingresar al edificio. Se retiró después de que un oficial lo rociara con gas pimienta en la cara, dijeron los fiscales.
El hijo de Reffitt, Jackson, de 19 años, testificó que su padre les dijo a él y a su hermana, entonces de 16 años, que serían traidores si lo denunciaban a las autoridades y decían que “a los traidores les disparan”.
Más de 750 personas han sido acusadas de delitos federales relacionados con los disturbios. Un veredicto en su caso podría tener un enorme impacto en muchos otros. Una condena podría dar a los fiscales más influencia sobre los acusados que enfrentan los cargos más graves. Una absolución podría animar a otros acusados a buscar acuerdos de culpabilidad más favorables o apostar en sus propios juicios.
AP.
