La noche del lunes 26 de agosto, un operativo policial en la ciudadela San Alejo de Portoviejo dio un giro inesperado y aterrador cuando los agentes, en busca de un sospechoso que se había dado a la fuga, encontraron a varios hombres en el proceso de descuartizar un cadáver dentro de una vivienda.

Los hechos se desencadenaron cuando los uniformados, durante un patrullaje de rutina, observaron a un hombre huir a toda prisa al percatarse de su presencia. Inmediatamente, los policías iniciaron una persecución que los llevó a ingresar a aproximadamente seis domicilios en la zona. En una de estas casas, los agentes se toparon con una escena de horror: varios hombres estaban desmembrando el cuerpo de una persona.

La víctima, identificada como Henri Molina, de 20 años, había sido asesinada previamente con disparos antes de ser cortada en pedazos. Ante el macabro descubrimiento, los uniformados solicitaron refuerzos de manera urgente, logrando rodear el sector y detener a cuatro individuos en el lugar. Hasta el momento, las autoridades no han revelado los nombres de los detenidos ni han confirmado si alguno de los participantes logró escapar.

Este hallazgo ha generado una ola de conmoción en Portoviejo, una ciudad que ha visto un aumento en crímenes violentos en los últimos meses. Solo en agosto, el cadáver desmembrado de Bryan Ganchozo fue encontrado en la carretera Portoviejo-Manta, y su cabeza apareció al día siguiente en la misma ciudadela San Alejo, cerca del sitio del reciente hallazgo. Asimismo, en mayo, varios cuerpos mutilados fueron descubiertos en diferentes sectores de la ciudad, incluyendo la vía Portoviejo-Santa Ana y cerca del cementerio general.

Las autoridades han intensificado las investigaciones para esclarecer este caso y otros similares que han sembrado terror en la comunidad. La violencia y el crimen organizado parecen haber echado raíces en la capital manabita, poniendo en alerta a las fuerzas de seguridad y a la población.