Con resguardo policial llegó el excontralor subrogante, Pablo Celi, quien cumple prisión preventiva por el presunto delito de delincuencia organizada, hasta la Asamblea Nacional para defenderse en el juicio político que se sigue en su contra.

Varias horas duró la intervención de Celi, quien rechaza las acusaciones por el supuesto incumplimiento, extralimitación y arrogación de funciones del que se le acusa.

Celi señaló que este proceso es «carente de sustento, donde se vienen acomodando supuestas pruebas que justifiquen un pretendido incumplimiento de funciones».  Además, aseguró que su nombramiento fue legítimo, pues nunca pretendió “ejercer como contralor más allá de lo dispuesto por la norma general y de las resoluciones legítimas».

Durante su prolongada intervención aseguró que «el desvanecimiento de glosas no es ilegal. Es una atribución que tiene la autoridad para permitir a los auditados su derecho a la defensa».

Tras criticar que la Comisión de Fiscalización haya convocado a comparecer a personas “absolutamente descalificadas”, el excontralor subrogante señaló que es víctima de una persecución política y judicial «haciendo uso de una desproporcionada e innecesaria prisión preventiva» y de una «campaña de desprestigio».

En este contexto, para el 31 de julio deberá estar listo el informe de la Comisión de Fiscalización sobre la presentación de pruebas de descargo por parte de Pablo Celi.

Por su parte, Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión, aseguró que desde ese despacho saldrá un informe “bañado en ética y responsabilidad”.