A los 42 años, Molly Kochan recibió un diagnóstico de cáncer en etapa avanzada. Le dijeron que era terminal. Frente a esa noticia, y lejos de encerrarse en la tristeza, tomó decisiones inesperadas: se separó de su esposo y comenzó un proceso de exploración personal y sexual.

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Una historia que rompe tabúes y se vuelve viral

Kochan, que durante años vivió con una baja conexión con su sexualidad, encontró en su nueva etapa una forma de reconectar consigo misma. Llegó a tener más de 200 encuentros sexuales con diferentes hombres, experiencias que no ocultó, sino que compartió abiertamente con su mejor amiga a través de un podcast.

«Decidí vivir intensamente mientras aún podía», dijo en una de sus grabaciones. Su historia se recoge en el exitoso podcast Dying for Sex, que acumula millones de reproducciones y ha sido adaptado a una miniserie.

Una vida marcada por el cáncer, pero también por la autenticidad

Molly no solo habló de sexo, sino también del miedo, el dolor, la enfermedad y el deseo de sentirse viva. Su testimonio pone sobre la mesa temas difíciles como la autonomía femenina, la libertad en la enfermedad y la dignidad frente a la muerte.

Un legado que impacta

Falleció en 2019, pero su historia sigue generando conversación. El podcast “Dying for Sex” se convirtió en un fenómeno global, y su experiencia se ha adaptado a la televisión con actrices reconocidas.

Molly Kochan desafió estigmas y dejó un mensaje potente: vivir sin filtros, incluso en los momentos más oscuros.