Lía Zamora, de 9 años, murió la noche del sábado de un disparo en una balacera ocurrida en el barrio 8 de Enero, en Manta. La pequeña no podrá cumplir su sueño de crecer y cuidar a su madre Martha Navarrete, que se encuentra hospitalizada desde hace más de 8 años.|

Su madre, quien está ingresada en el hospital Rodríguez Zambrano desde septiembre del año 2015, padece de mielitis transversa, una afección de la médula espinal causada por múltiples infecciones. A Martha Navarrete se le es imposible mover sus brazos, piernas, ni su tronco; solo su cabeza está sana.

La última vez que Lía tuvo la oportunidad de ver a su madre fue hace un mes, sin embargo, ambas se llamaban constantemente por videollamadas, ya que la pequeña tenía por costumbre enviar videos a su mamá de todo lo que hacía, haciéndola parte de su día a día.

Por otra parte, el padre de Lía, Franklin Javier Zamora Reyes, lo hallaron muerto con ocho impactos de bala y abandonado su cuerpo en terrenos de la refinería de El Aromo.

El día de la muerte de Lía, niña había ido con su abuela paterna, Mery Reyes, y el marido de ella a ese sector a visitar a unos allegados en aquel sector, catalogado por La Policía como peligroso.

Lía estaba jugando con dos niñas más en el teléfono en el exterior de una vivienda, mientras que en el otro extremo del callejón, segundos antes, sicarios habían acabado  con la vida de Mauricio Campuzano Quiroz, de  35 años de edad.

Las balas alcanzaron a la niña y ella solo alcanzó a entregarle el teléfono a su abuela Mery cuando se desplomó.

Inmediatamente la trasladaron en su propio carro al hospital Rodríguez Zambrano, pero en el trayecto murió.