El recuentro de dos niños con el bombero que los salvó
Dos niños que fueron evacuados a Quito luego de rescatados de entre los escombros, regresaron a Portoviejo y tuvieron la oportunidad de conocer al bombero que los salvó. Para los bomberos, rescatar una vida siempre será el logro más importante. Para el mayor William Mera, el 16 de abril fue la prueba de fuego. JuntoLeer más
4 agosto, 2016
Dos niños que fueron evacuados a Quito luego de rescatados de entre los escombros, regresaron a Portoviejo y tuvieron la oportunidad de conocer al bombero que los salvó.
Para los bomberos, rescatar una vida siempre será el logro más importante. Para el mayor William Mera, el 16 de abril fue la prueba de fuego. Junto al grupo de voluntarios se encontraban en la parroquia Colón cuando se desató el evento adverso.
Luego de poner a sus familias a salvo, llegaron a Portoviejo donde encontraron su lugar de trabajo reducido a escombros. Con pocos recursos a la mano, emprendieron su recorrido a diferentes puntos críticos de ciudad donde personas clamaban por ayuda.
Al primer edificio que se dirigieron fue al Pillín, donde rescataron a dos niños aun cuando el único material con el que contaban era un taladro hidráulico. A pesar del cansancio, Mera realizó todos los esfuerzos humanos para sacar con vida a los menores.
Gary y Stéfano estaban atrapados en los brazos de sus padres que yacían muertos entre los escombros. Los rescatistas tuvieron que hacer tres entradas al lugar, para poder sacarlos con vida.
A pesar de que el deber de los casacas rojas era buscar más personas con vida, decidieron volver al lugar para sacar a los padres de los infantes. Al realizar esta acción se encontraron con una novedad poco grata que conmovió sus corazones. Entre los escombros encontraron el cuerpo del hermano menor de cinco años, quien no tuvo la misma suerte.
Los pequeños sobrevivientes fueron trasladados a Quito con sus familiares para su debida recuperación, pues presentaban afectaciones en sus extremidades superiores. Los fantasmas de la odisea que vivieron Gary y Stéfano, terminó el mismo día en que el edificio en donde quedaron atrapados y perdieron a sus progenitores, fue totalmente derrocado.
Una historia que toca el corazón de William Mera, pues sabe que si hubiera llegado antes de transcurridas las cinco horas, tal vez habría podido salvar a los demás miembros de la familia. Ahora ver sonreír a estos dos pequeños ángeles y saber que pueden seguir creciendo, es la satisfacción más grande y el fruto innegable de su trabajo como bombero.
Un reporte de Raquel Viteri para el Informativo NTI de Oromar Televisión
Informativo NTI, desde Manabí para Ecuador