Luego que se difundió oficialmente la muerte de alias «Guacho», los familiares del equipo periodístico ecuatoriano asesinado en abril pidieron a Colombia y Ecuador no considerar la muerte del disidente de las FARC como «un trofeo» y anunciaron que su desaparición supone un obstáculo para llegar a la verdad.

En una presentación pública del sábado 22 de diciembre, Yadira Aguagallo, pareja del fotógrafo Paúl Rivas, conminó a las fiscalías de los dos países «a no pensar ni a empezar a enarbolar argumentos que permitan, o el cierre de las investigaciones, o que consideren solamente a alias Guacho único responsable del secuestro y asesinato» de los periodistas y civiles.

Por su parte, Ricardo Rivas, hermano del fotógrafo asesinado dijo que los familiares reconocen «el trabajo que ha venido desarrollando la Fiscalía de Colombia y el Gobierno colombiano respecto a estas capturas» y argumentó que con este acontecimiento «se va mucha información que puede haber sido muy importante para el esclarecimiento del caso y llegar a la verdad del mismo».

Así mismo, Galo Ortega, padre del reportero asesinado Javier Ortega, se quejó en la comparecencia de que «todo ha venido de Colombia» y que «el Gobierno ecuatoriano (se quedó) cruzado de brazos esperando la noticia».

Pero la Fiscalía de Ecuador, a través de su cuenta en Twitter, informó que tras la muerte del disidente continuará con la investigación y el proceso penal en contra de los involucrados en el secuestro y muerte del equipo periodístico; confirmó que el trabajo e intercambio de información con la Fiscalía de Colombia se mantiene.

Y en la misma red social el Presidente Lenín Moreno además de agradecer al Gobierno de Colombia, anunció que «La lucha conjunta continúa. Eliminaremos los tentáculos del narcoterrorismo para seguridad de nuestras fronteras».