Cada hora aumentan las cifras de muertos en Perú, el último reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), manifiesta que han dejado casi 100.000 damnificados, cerca de 630.000 afectados y más de 134.000 viviendas dañadas. Un informe del Gobierno indica que 33 carreteras han sido afectadas por las crecidas de los ríos y los desprendimientos de piedras.

Son once regiones las más afectadas: Piura, Ica, Tumbes, Huancavelica, La Libertad, Lambayeque, Junín, Ayacucho, Apurímac, Arequipa y Lima. Las perdidas se estiman en millones de soles; en Lambayeque la cifra asciende a más de S/30 millones, mientras que en Piura se cuenta en hasta S/200 millones. Además varios centros educativos de Lima han sido golpeados dañando su infraestructura, estos recibirán aulas petrificadas para poder continuar con las clases, los precios en los mercados se han disparados en los últimos días productos de la emergencia conocido como Niño costero.

Este fenómeno se produce por un inusual calentamiento de las aguas del océano Pacífico, que se evaporan en grandes cantidades y se condensan en las alturas serranas, causando los temporales que luego desbordan las cuencas de los ríos. Perú no registraba un suceso similar desde 1925, cuando la ciudad de Trujillo fue completamente destruida. El servicio Nacional de Meteorología peruano ha pronosticado que esta semana las lluvias arreciarán en la vertiente occidental de la sierra, y que no pararán hasta el 25 de marzo.

Tras la problemática que está viviendo Perú varios lideres se solidarizan, brindando ayuda oportuna, como es el caso del los presidentes de Ecuador, Venezuela, Colombia, Chile, Bolivia, España, Argentina, Nicaragua, Honduras y Panamá.

Este domingo, el Papa Francisco también se acordó del Perú. Luego del rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el pontífice dijo: «Quiero expresar mi cercanía a la querida población del Perú, duramente golpeada por aludes devastadores. Rezo por las víctimas y por los que están empeñados en los trabajos de rescate»