El equipo femenino del Barcelona ganó la final de la Supercopa de España quedando campeonas, pero más allá de su triunfo, se hizo una polémica por la forma en que las futbolistas fueron premiadas como monarcas del torneo.

Ellas mismas tuvieron que tomar las medallas y ponérselas sobre sus hombros, sin una ceremonia de premiación y sin que ningún representante de la Real federación Española de Fútbol RFEF las felicite y entregue los galardones.

Según el portal de noticias RT, “En varios videos se puede ver cómo las jugadoras ‘azulgranas’ se acercan a una mesa improvisada en el césped, en el estadio Romano José Fouto de Mérida, donde dos maletines abiertos contienen las medallas. Cada una de ellas se acerca, recoge y se cuelga su propia condecoración. Lo mismo que hicieron las subcampeonas de la Real Sociedad”.

Esto fue completamente diferente de lo habitual en las competiciones masculinas, en las que directivos de los clubes o de las federaciones son quienes entregan medallas y trofeos para los campeones. Es más en otros certámenes de la división femenina de fútbol también se lo hace, pero esta vez, en particular, no se trató a las campeonas como se merecen.