La guerra interna en Ecuador ha alcanzado niveles alarmantes, marcada por la caída de varios líderes del crimen organizado. Con asesinatos, capturas y fugas, el panorama criminal ha cambiado drásticamente, dejando un vacío de poder que ha intensificado la violencia en las calles.

La disputa por el control criminal

Ecuador ha sido un punto estratégico para el narcotráfico, y en los últimos años, las bandas delictivas han fortalecido su presencia en el país. Sin embargo, la captura y asesinato de líderes clave ha desatado una lucha interna entre facciones rivales.

Entre los cabecillas asesinados se encuentra Jorge Luis Zambrano, alias «Rasquiña», quien fuera líder de Los Choneros hasta su muerte en 2020. Su asesinato provocó la fragmentación de la organización y el surgimiento de facciones como Los Chone Killers, Los Lobos y Los Tiguerones.

Otros líderes han sido capturados en operativos internacionales. Es el caso de William Joffre Alcívar Bautista, alias «Comandante Willy», y su hermano Álex Iván Alcívar, alias «Ronco», cabecillas de Los Tiguerones, quienes fueron arrestados en España en octubre de 2024. También Julio Alberto Martínez Alcívar, alias «Negro Tulio», de Los Chone Killers, fue detenido en Panamá.

Por otro lado, algunos cabecillas han logrado evadir a las autoridades y siguen operando desde el extranjero. Adolfo Macías, alias «Fito», líder de Los Choneros, es uno de los nombres más buscados, y se cree que coordina operaciones fuera de Ecuador. Lo mismo ocurre con Alan Gustavo Arellano, alias «Doble A», quien tomó el control de la facción Las Águilas tras la muerte de Junior Roldán, alias «JR», asesinado en Colombia.

¿Qué puede pasar ahora?

Con la ausencia de un liderazgo definido, la violencia se ha intensificado, convirtiendo a ciudades como Guayaquil, Durán, Esmeraldas y Manabí en zonas de guerra.