Las declaraciones de Eduardo Peña, presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), generaron inquietud respecto a una posible modificación en la edad de jubilación en Ecuador. Durante una intervención en las mesas de diálogo realizadas en Cuenca, Peña abordó el impacto que el aumento en la esperanza de vida podría tener sobre el sistema de pensiones, abriendo el debate sobre su sostenibilidad a futuro.

“Antes, si alguien se jubilaba a los 65 y vivía hasta los 70, se pagaban cinco años de pensión. Hoy, cuando el promedio de vida llega a los 81, ese compromiso se extiende a 16 años”, señaló. Y agregó: “¿Cómo financiar 16 años en lugar de cinco? Es un punto que debe discutirse en estas mesas”.

Sus palabras fueron interpretadas por algunos sectores como una antesala a una reforma que incrementaría la edad de jubilación. Sin embargo, el propio IESS desmintió esta lectura a través de un comunicado oficial.

“En ningún momento se afirmó que se va a elevar la edad de jubilación”, aclaró el instituto. Según el pronunciamiento, Peña únicamente expuso un panorama demográfico que representa un reto para la sostenibilidad del sistema, sin proponer cambios inmediatos.

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Actualmente, los trabajadores afiliados pueden acceder a la jubilación a los 60 años, siempre que cuenten con al menos 360 aportaciones. En medio de tensiones por la deuda estatal de más de 24 mil millones de dólares con el IESS —aún sin acuerdo de pago con el Ministerio de Finanzas—, las mesas de diálogo han retomado la discusión sobre cómo garantizar los fondos necesarios para las pensiones en el futuro.