Este sábado 3 de agosto, tanto el oficialismo como la oposición en Venezuela han convocado a marchas multitudinarias en un clima de creciente tensión política. La semana pasada, la autoridad electoral proclamó a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones, mientras que la oposición asegura tener pruebas de que Edmundo González fue el verdadero vencedor. Esta disputa ha desatado una ola de polarización y violencia en las calles de varias ciudades del país, dejando un saldo trágico de muertos y heridos.

Organizaciones internacionales de derechos humanos han manifestado su preocupación ante la situación. Human Rights Watch informó el miércoles que tiene «reportes creíbles» de 20 fallecimientos relacionados con los disturbios. Por su parte, Foro Penal ha documentado hasta el 1 de agosto un total de 11 muertos y 711 arrestos. Hasta el momento, la Fiscalía de Venezuela no ha emitido comentarios sobre estos reportes.

El presidente Nicolás Maduro ha mantenido un llamado a la «movilización permanente» durante toda la semana. Desde el balcón del pueblo en el Palacio de Miraflores, Maduro invitó a sus seguidores a participar en «la madre de todas las marchas» para celebrar lo que ha denominado la «victoria de la paz en Caracas». La convocatoria oficialista se llevará a cabo el sábado, buscando demostrar fuerza y apoyo popular.

En respuesta, la líder opositora María Corina Machado ha llamado a sus seguidores a concentrarse el mismo día para defender lo que consideran los verdaderos resultados de las elecciones del 28 de julio. En un video difundido el jueves, Machado instó a los ciudadanos a mantenerse «firmes, organizados y movilizados» para reivindicar el supuesto triunfo opositor. La marcha opositora está prevista para las 10 a.m., hora local, desde la avenida Las Mercedes en Caracas, extendiéndose a todas las ciudades del país.

Diosdado Cabello, vicepresidente del PSUV y diputado de la Asamblea Nacional, ha reforzado la convocatoria oficialista en sus redes sociales, acusando a Machado de incitar a la violencia y asegurando que el chavismo «debe asegurar la paz en todas las ciudades de Venezuela».

La situación en Venezuela es delicada y la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos eventos. Con ambas facciones políticas movilizándose en un contexto de alta tensión y denuncias de irregularidades electorales, el país enfrenta un fin de semana crucial que podría definir el rumbo de su futuro político.