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25 años de la dolarización en Ecuador

Hace cuarto de siglo, es decir hace 25 años, Ecuador tomó una de las decisiones económicas más controvertidas de su historia: adoptar el dólar como moneda oficial.

Vany Sanchez

9 enero, 2025

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El 9 de enero del 2000, en medio de una grave crisis económica y social, Ecuador dio un giro radical al anunciar la dolarización como estrategia para estabilizar la economía. Con una inflación desbordada, una moneda local (el sucre) en constante devaluación y la confianza de los ciudadanos por los suelos, el entonces presidente Jamil Mahuad implementó esta medida que dividió opiniones y marcó un hito en la historia del país.

Los años previos a la dolarización estuvieron marcados por una crisis económica profunda. Entre 1998 y 1999, Ecuador vivió una recesión que afectó a todos los sectores. La inflación superaba el 60%, el sucre perdió más del 300% de su valor frente al dólar, y el sistema bancario colapsó, dejando a miles de ciudadanos sin sus ahorros tras el congelamiento bancario.

La dolarización llegó como una medida desesperada para detener la hiperinflación, restablecer la estabilidad financiera y recuperar la confianza en el sistema económico. Aunque polémica, esta decisión se mantuvo incluso tras la destitución de Mahuad, consolidándose bajo la presidencia de Gustavo Noboa.

La transición al dólar no fue fácil. Para muchos ecuatorianos, significó la pérdida de su poder adquisitivo, ya que los precios se ajustaron rápidamente a la nueva moneda. Sectores como el agrícola, dependientes de los precios internacionales, enfrentaron grandes dificultades.

Sin embargo, con el tiempo, la economía comenzó a mostrar señales de estabilidad. La inflación se redujo drásticamente, las tasas de interés bajaron y el país recuperó acceso a mercados internacionales de crédito. La dolarización también trajo consigo una mayor previsibilidad económica, facilitando el comercio y la inversión extranjera.

Un cuarto de siglo después, la dolarización sigue siendo tema de debate. Por un lado, ha permitido a Ecuador mantener una inflación controlada y evitar crisis cambiarias recurrentes. La estabilidad monetaria ha sido clave para sectores como el comercio, las exportaciones y el turismo.

Por otro lado, la falta de una política monetaria propia ha limitado la capacidad del país para responder a crisis económicas externas. Durante la caída de los precios del petróleo o la pandemia del COVID-19, Ecuador no pudo devaluar su moneda ni imprimir dinero para estimular la economía, como lo hacen otros países.

Más allá de lo económico, la dolarización transformó la vida diaria de los ecuatorianos. Los billetes y monedas del dólar se convirtieron en parte del paisaje cotidiano, reemplazando al sucre, una moneda que había sido símbolo nacional por más de un siglo.

Para las nuevas generaciones, que nunca conocieron el sucre, el dólar es un hecho consumado. Sin embargo, para quienes vivieron el cambio, la nostalgia por el sucre persiste, especialmente entre aquellos que enfrentaron las dificultades iniciales de la transición.

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