Las velas aromáticas son populares por crear ambientes agradables, pero pueden representar un riesgo para la salud. Investigaciones recientes indican que, al quemarse, algunas velas liberan químicos dañinos como tolueno y formaldehído, sustancias relacionadas con dolores de cabeza, irritación respiratoria, y en casos prolongados, enfermedades más graves.

La ventilación es clave, así como elegir velas hechas de materiales naturales como cera de soja o abejas. Además, se recomienda utilizar alternativas más seguras, como los difusores de aceites esenciales.

¿Por qué son peligrosas?

El uso de velas hechas con parafina, un derivado del petróleo, es una de las causas principales de estas emisiones tóxicas. Cuando se quema, este material libera una serie de compuestos que no solo afectan la calidad del aire, sino que pueden acumularse en el cuerpo a lo largo del tiempo. Estos elementos son especialmente dañinos en ambientes cerrados y con poca ventilación.

Recomendaciones para reducir el riesgo

1. Elige velas naturales: Opta por velas hechas con cera de soja, abejas u otros materiales orgánicos. Estas producen menos toxinas y son más amigables con el medio ambiente.
2. Asegura una buena ventilación: Siempre mantén las ventanas abiertas cuando uses velas aromáticas, para evitar la acumulación de gases tóxicos.
3. Evita el uso excesivo: No abuses de las velas, especialmente en espacios pequeños o durante largos períodos de tiempo.

Alternativas seguras

Si te encanta mantener tu hogar aromatizado, considera los difusores de aceites esenciales o los humidificadores con fragancias naturales, que ofrecen un aroma agradable sin los riesgos asociados con las velas.
Las velas aromáticas pueden ser parte de una decoración acogedora, pero no debemos ignorar los posibles riesgos para la salud. Siguiendo estos consejos y adoptando alternativas seguras, podemos disfrutar de ambientes fragantes sin poner en peligro nuestra salud ni la de nuestros seres queridos.