Con el constante aumento del costo de los huevos, algunos han optado por una solución insólita: criar gallinas sin necesidad de comprarlas.

Desde hace años, los estadounidenses han enfrentado la incertidumbre de los precios de los huevos, que han fluctuado drásticamente debido a factores como la gripe aviar y la inflación. Ante esta situación, muchos han buscado alternativas para garantizar su propio suministro, y una de las más peculiares es el alquiler de gallinas.

Empresas como «Rent the Chicken», fundada en 2013 en Pensilvania, ofrecen a sus clientes la posibilidad de arrendar gallinas ponedoras junto con un gallinero, alimento y transporte hasta su hogar. Con paquetes que van desde los 500 dólares por seis meses, esta opción permite a las familias recolectar huevos frescos a diario sin preocuparse por la volatilidad de los precios en los supermercados.

Un fenómeno en crecimiento

Según Jenn Tompkins, cofundadora de la compañía, la demanda ha aumentado significativamente en los últimos meses. La crisis en el suministro de huevos, que alcanzó su punto más crítico en febrero de este año cuando una docena superó los 8 dólares, ha impulsado a más personas a recurrir a esta alternativa.

«Alquilar una gallina no solo evita preocuparse por los costos o la escasez, sino que también trae beneficios inesperados. Los huevos frescos tienen menos colesterol y las gallinas ayudan a reducir el estrés, además de incentivar la interacción entre vecinos y alejar a los niños de las pantallas», explica Tompkins.

El negocio ha crecido y actualmente opera en 35 ciudades de EE.UU. y Canadá, con mayor popularidad en Pittsburgh, Connecticut y Toronto. No obstante, la opción no es viable para quienes viven en departamentos, ya que las aves necesitan un espacio adecuado para su crianza.

¿Una moda pasajera?

Aunque el precio de los huevos ha empezado a estabilizarse, Tompkins no cree que el auge del alquiler de gallinas vaya a desaparecer. “Más allá del ahorro, esta opción brinda seguridad alimentaria y nos hace menos dependientes de las tiendas”, afirma.

En un mundo donde la autosuficiencia alimentaria cobra cada vez más relevancia, el alquiler de gallinas podría dejar de ser solo una moda y convertirse en una alternativa sostenible a largo plazo.