Arranca una nueva era legislativa en Ecuador con tensión entre bloques y expectativa por la presidencia de la Asamblea
La nueva Asamblea Nacional del Ecuador inició funciones con 151 legisladores y un panorama político dividido. Los bloques de ADN y Revolución Ciudadana, con igual número de curules, buscan definir el rumbo del Legislativo desde su primera sesión.

14 mayo, 2025
Este 14 de mayo, el Legislativo ecuatoriano abrió un nuevo capítulo con la instalación oficial del periodo 2025–2029. A las 10:06, la sesión arrancó formalmente bajo la dirección de Anabella Azín, acompañada por Raúl Chávez y Alfredo Serrano, marcando el inicio de una jornada clave donde las negociaciones políticas se dan tanto dentro como fuera del Pleno.
La nueva Asamblea cuenta con 151 legisladores, 14 más que el periodo anterior, reflejo directo del crecimiento poblacional registrado en el último censo. Pero lo que más llama la atención no es el número, sino el equilibrio de poder que se refleja en la misma cantidad de curules (66) tanto para el bloque oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) como para Revolución Ciudadana (RC).
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ADN y RC: un empate
A primera hora, los asambleístas de ADN fueron los primeros en ocupar sus puestos. Encabezados por Niels Olsen, tomaron posiciones en el ala occidental del salón del Pleno. Minutos después ingresaron los legisladores de la RC, liderados por Viviana Veloz, quien busca retener la presidencia del Parlamento para su bancada.
Aunque la figura de Anabella Azín —madre del presidente Daniel Noboa— suena fuerte para dirigir la Asamblea, su nombramiento no es un hecho. Olsen también aparece como posible carta de negociación, mientras se barajan alianzas clave con otras bancadas.
El entorno bajo vigilancia y expectativa
Fuera del edificio, un discreto pero firme operativo policial vigila el perímetro. Tres anillos de seguridad resguardan la sede legislativa, en previsión de posibles manifestaciones o disturbios. En los exteriores, simpatizantes de ADN se apostaron con pancartas y banderas desde temprano, aunque en menor número del esperado.
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Mientras tanto, en las pantallas del salón ya se proyectaban los rostros de los 151 nuevos asambleístas —entre ellos, una mezcla de nombres conocidos y caras nuevas— dispuestos a protagonizar una legislatura que arranca con retos monumentales: inseguridad, crisis institucional y una economía en recuperación.