La planta de General Motors en Ecuador, reconocida como la mayor instalación de producción de vehículos del país, cerrará oficialmente sus puertas en la primera semana de septiembre de 2024. Este cierre, anunciado en abril de este año, marca el fin de una era en la industria automotriz ecuatoriana.

En una entrevista, Juan Carlos Landázuri, director de manufactura de General Motors, confirmó que la decisión fue motivada por los cambios en el mercado ecuatoriano. «El mercado ha evolucionado, y ya no es rentable operar una planta que ensambla únicamente un modelo, la Chevrolet D-Max, destinado exclusivamente al mercado local», explicó Landázuri.

El Futuro de la Chevrolet D-Max en Ecuador

Con el cierre de la planta, surge la pregunta de qué sucederá con la icónica Chevrolet D-Max, ensamblada en Ecuador hasta agosto de 2024. Según Landázuri, la empresa planea importar un modelo de nueva generación de esta camioneta a partir del primer trimestre de 2025. «Los precios seguirán siendo competitivos, porque no queremos perder nuestro liderazgo en este segmento», aseguró.

Un Cierre Ordenado y la Transición de los Empleados

La planta, que ha operado durante los últimos cinco años al 13% de su capacidad, con una producción promedio de 1.000 unidades al mes, cuenta actualmente con un equipo de 300 empleados. A pesar del inminente cierre, la producción se ha mantenido estable. «Hemos trabajado en un programa para asegurar una transición ordenada para nuestros empleados en sus carreras profesionales cuando finalice la producción», detalló Landázuri.

Adicionalmente, General Motors ha lanzado una plataforma de subasta para vender los bienes y equipos de la planta, con el objetivo de atraer a compañías tanto locales como internacionales.

El cierre de esta planta marca un hito significativo en la historia automotriz de Ecuador, reflejando los desafíos y transformaciones de un mercado en constante cambio.