El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció este martes que se ha derrocado un pabellón desde el cual se atacaba a los uniformados, en una de las prisiones más grandes y pobladas del país, situada en la provincia costera del Guayas (suroeste).

“Derrocamos el pabellón consular en la Penitenciaria, utilizado para atacar a personal uniformado que ingresaba a realizar operativos”, escribió Lasso en su cuenta de Twitter.

Y añadió que eliminarán “cualquier infraestructura que hayan utilizado las bandas delincuenciales para resistir al orden de nuestra fuerza pública”.

La penitenciaría es uno de los centros de reclusión donde se han registrado amotinamientos y enfrentamientos entre reclusos en los últimos meses.

ATENTADOS Y REYERTAS CARCELARIAS

La provincia del Guayas, junto a las de Esmeraldas y de Santo Domingo de los Tsáchilas está bajo estado de excepción y con toque de queda en la madrugada desde la semana pasada, luego de que se registraran varios atentados con explosivos, que el Gobierno atribuye a retaliaciones del crimen organizado a su lucha contra el narcotráfico.

Los atentados ocurrieron en momentos en que iniciaba un proceso de traslado de presos a otras cárceles, a fin de evitar el hacinamiento, según la autoridad encargada del control de las cárceles.

La andanada de ataques también coincidió con una reyerta en la cárcel Guayas Número 1, conocida como La Penitenciaría del Litoral, ubicada en la ciudad de Guayaquil, capital del Guayas, en la que fallecieron dos reclusos y otros seis resultaron heridos.

Unos 2.600 agentes del orden, entre policías y militares, intervinieron en dicha prisión para trasladar presos de alta peligrosidad a otra cárcel en la vecina provincia de Manabí, a la par de una “rotación” de reclusos entre los pabellones que integran la Penitenciaría.

Los agentes que participaron en esa intervención el jueves fueron recibidos a tiros por grupos de presos y según ha informado el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), 15 policías y 3 militares resultaron heridos.

Los atentados de la semana pasada en Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo, en los que han fallecido cinco policías y varios más resultaron heridos, incluyeron enfrentamientos a tiros entre policías y delincuentes, la explosión de coches y ataques a unidades de policía.

Precisamente anoche antisociales dispararon contra una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, según informó la Policía en un trino en Twitter, en el que adjuntó una fotografía en la que se aprecia una puerta de vidrio completamente destruida.