La administración estadounidense intensificó su presión sobre el régimen chavista al anunciar este viernes (10 de enero de 2025) un aumento en la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, elevándola de 15 a 25 millones de dólares. Este ajuste coincide con la reciente juramentación de Maduro como presidente de Venezuela para el período 2025-2031, un acto que ha sido calificado por la oposición como un “golpe de Estado”.

El ministro del Interior, Diosdado Cabello, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, también están en el punto de mira de Washington. Cabello ahora tiene una recompensa de 25 millones de dólares, mientras que la cifra por Padrino López asciende a 15 millones, consolidando así la postura de Estados Unidos contra las figuras clave del chavismo.

Además del aumento en las recompensas, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones económicas a ocho altos funcionarios del régimen, acusándolos de violaciones a los derechos humanos y represión. Entre los afectados se encuentran el presidente de PDVSA, Héctor Obregón Pérez, y el ministro de Transporte, Ramón Celestino Velásquez.

Joe Biden, quien dejará la Casa Blanca el próximo 20 de enero para dar paso a la presidencia de Donald Trump, afirmó que estas acciones buscan restringir aún más los ingresos de Maduro y sus colaboradores. Sin embargo, las licencias otorgadas a empresas extranjeras, como Chevron, para operar en Venezuela no fueron afectadas en esta nueva ronda de sanciones.

La crisis política en Venezuela continúa siendo el centro de atención internacional. Mientras Maduro y su círculo cercano fortalecen su control, la oposición liderada por Edmundo González Urrutia asegura haber ganado las elecciones de 2024. Según la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), tienen en su poder el “85 % de las actas” que avalan el triunfo de González Urrutia, aunque el régimen desestima estas pruebas como falsificaciones.

Por su parte, el líder opositor ha reiterado que asumirá como presidente legítimo de Venezuela en las próximas semanas, mientras sigue buscando el respaldo internacional para consolidar su posición.

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, las tensiones podrían escalar aún más, ya que se espera que la política de sanciones y presión internacional se mantenga firme.