El conflicto entre Israel y Hamás entra en una nueva y alarmante fase. El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, declaró que una victoria israelí en Gaza implicaría la «destrucción total» del territorio palestino, además del desplazamiento masivo de su población hacia otros países.

Estas declaraciones, realizadas el 6 de mayo durante una conferencia sobre asentamientos en Cisjordania, llegaron un día después de que el gabinete de seguridad israelí aprobara un plan para extender su ofensiva militar, incluyendo lo que denomina la “captura” o “conquista” de Gaza.

Smotrich, figura clave del ala más radical del gobierno y líder del Partido Sionista Religioso, no dejó espacio a ambigüedades: “Los civiles serán enviados al sur, a una zona humanitaria sin Hamás ni terrorismo, y desde allí comenzarán a partir en grandes cantidades hacia terceros países”.

En respuesta, Hamás aseguró que ya no ve sentido en continuar negociaciones para una tregua, señalando que lo que Israel está haciendo en Gaza constituye una “guerra del hambre”. “El mundo debe presionar al gobierno de Netanyahu para que ponga fin a los crímenes de hambre, sed y matanzas”, declaró Basem Naim, portavoz del movimiento.

Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, tras el ataque sorpresa de Hamás en suelo israelí, los 2,4 millones de habitantes de Gaza han vivido múltiples desplazamientos internos. Ahora, con este nuevo plan militar, el ejército israelí anticipa un desplazamiento aún mayor y prolongado.