Este viernes, 26 de julio, la asambleísta Ana Galarza, del movimiento Construye, fue deportada de Venezuela. Galarza había viajado a ese país como observadora del proceso electoral programado para el domingo 28 de julio.

En un video publicado por la legisladora ecuatoriana, explicó que nunca llegó a pasar por migración y que, al revisar sus documentos, las autoridades la retuvieron y luego la enviaron de regreso a Colombia sin ofrecer ninguna explicación. Señaló que no pudo estar ni una hora en suelo venezolano.

La invitación a Construye provino de la oposición al gobierno de Nicolás Maduro, y Galarza asistía en representación de María Paula Romo, la líder del partido. En sus redes sociales, Galarza escribió: “Hoy hemos vivido en carne propia la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela y más que nunca auguramos nuevos tiempos de cambio para nuestro hermano país.”

También, la delegación de parlamentarios del Partido Popular (PP) de España que se desplazó a Venezuela por las elecciones de este domingo se encuentra retenida en el aeropuerto de Caracas. Esta información fue confirmada por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su cuenta de X.

Un vuelo desde Panamá con expresidentes que iban a Venezuela de observadores también fue negado su ingreso.

Por su parte, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo este viernes que “no cualquiera” puede entrar al país, en referencia al grupo de expresidentes latinoamericanos que quisieron volar a territorio venezolano desde Panamá.

“Les advertimos: solamente gente con dignidad puede entrar en esta tierra sagrada, cualquiera que quiera entrar a Venezuela debe entender que Venezuela debe ser respetada”, declaró Rodríguez ante un grupo de observadores invitados por Caracas.