El reconocido defensor de animales y exfigura televisiva, Frank Cuesta, ha sacudido las redes con una revelación que ha dejado atónitos a sus seguidores. En un video publicado recientemente, el también streamer aseguró que su imagen pública ha sido una construcción basada en exageraciones, omisiones y, según él, una mitomanía incontrolable.

“No tengo cáncer, no soy veterinario, y los animales fueron comprados”, dice con voz pausada en una grabación que dura poco más de tres minutos. En ella admite haber engañado a su comunidad, presentándose durante años como una figura que luchaba contra el cáncer y como experto en fauna silvestre, cuando en realidad, según sus palabras, ni su enfermedad ni sus títulos son como los expuso.

La reacción fue inmediata. Pero el golpe más fuerte no vino de críticos o seguidores, sino de su propio hijo, Zape Cuesta, quien publicó una historia en Instagram denunciando lo que, asegura, es una puesta en escena forzada:
“Me da mucha pena tener que escuchar a mi padre forzado a leer un guion… llevamos dos meses bajo acoso”, escribió.

Zape no solo pone en duda la autenticidad de las declaraciones, sino que recuerda episodios personales que contradicen lo dicho por su padre. Afirma haber presenciado la caída de su cabello durante tratamientos médicos y defiende con vehemencia el compromiso que Frank ha tenido durante años con el rescate y cuidado animal.

“Llevo toda la vida cuidando y liberando animales con él”, insistió, mientras denunció que la situación ha llegado a un punto insoportable para él y sus hermanos.

Frank Cuesta, conocido por su programa Frank de la Jungla, ya había estado envuelto en controversias, como su detención en Tailandia por posesión de fauna silvestre. No obstante, este episodio parece haber alcanzado una nueva dimensión al involucrar directamente a su familia y poner en entredicho todo lo que representó durante años.