El presidente francés Emmanuel Macron ha solicitado a Gabriel Attal que continúe como primer ministro de manera interina, con el objetivo de asegurar la estabilidad del país tras los resultados inesperados de las elecciones legislativas. Attal había presentado su dimisión el lunes 8 de julio, siguiendo la tradición política francesa luego de un cambio significativo en el panorama electoral.

El giro político ocurrió el domingo 7 de julio, cuando la izquierda francesa logró un sorprendente primer lugar en las elecciones, superando tanto al bloque macronista como a la ultraderecha representada por Marine Le Pen, quien quedó en tercer lugar. Ningún bloque obtuvo la mayoría absoluta de 289 diputados, lo que ha generado un reacomodo político en el país.

La coalición de izquierda, conocida como Nuevo Frente Popular (NFP), aseguró cerca de 190 escaños, seguida por la alianza de centroderecha Juntos de Macron con aproximadamente 160 escaños, y luego el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) con más de 140 escaños y sus aliados.

Los líderes del NFP han expresado su disposición para «gobernar» y han manifestado su intención de cubrir el cargo de primer ministro con uno de sus miembros, en un escenario político que refleja una nueva dinámica tras las elecciones de 2022.

Macron había decidido adelantar las elecciones para buscar una «aclaración política» tras la victoria de la ultraderecha en los comicios europeos de junio, desencadenando un proceso electoral que ha reconfigurado significativamente el panorama político francés.

El futuro inmediato del Gobierno francés dependerá de las negociaciones entre los distintos bloques políticos para formar una mayoría parlamentaria estable, mientras Gabriel Attal continúa gestionando los asuntos corrientes como primer ministro interino, bajo la supervisión directa del presidente Macron.