Ganar el Super Bowl es algo que todos sueñan, pero pocos lo consiguen. Y llegar a ganarlo después de estar 25 puntos abajo, con dos cuartos del partido ya jugados, parecería ser una misión imposible de lograr.

Esto sucedió en el Super Bowl LI, que se llevó a cabo el pasado domingo 5 de febrero, los New England Patriots se recuperaron de ir abajo 28 – 3 en el tercer cuarto para vencer, en tiempo extra que fue jugado por primera vez en una final, 34 – 28 a los Atlanta Falcons.

Atlanta pareció relajarse en el juego, con un marcador más que favorable, parecía que se llevarían la primera victoria de su historia, pero no contaron con un Tom Brady inspirado en la en la segunda parte del encuentro que empujaría a su equipo hasta las últimas instancias para poder quedarse con el trofeo de campeones.

Brady con 39 años, completo 43 de 62 pases, siendo la mayor cifra de intentos de la historia del Super Bowl, que le sirvió para convertirse en el único quarterback en ganar cinco anillos de campeón, superando a leyendas como Joe Montana y Terry Bradshaw. El legendario mariscal de campo que ha disputado siete Super Bowl y tiene cuatro premios de Jugador Más Valioso (MVP), dijo sentirse o orgulloso de sus compañeros y de todo el equipo en general, «porque solo cuando se trabaja en conjunto se puede salir ganador del campo»