La tarde de este domingo 14 de agosto, en una Iglesia Copta, se produjo un incendio mientras se celebraba una misa. El siniestro dejó 41 muertos, de los cuales 15 son niños.

Las pericias legales señalan que el fuego «se inició en una unidad de aire acondicionado en el segundo piso de la iglesia», donde operan también los servicios sociales.

«La electricidad estaba cortada y estaban usando un generador. Y cuando la electricidad se restableció, se produjo una sobrecarga», manifestó Farid Fahmy, padre de una iglesia del mismo barrio.

Los feligreses, desesperados por las llamas y el humo, se lanzaron de los pisos altos del templo. Lo que dejó un saldo de al menos 16 heridos, entre los que se encontraban cuatro policías que participaban en las labores de rescate.

“Subimos las escaleras y encontramos gente muerta. Y comenzamos a ver desde afuera que el humo se estaba haciendo más grande y que la gente quería saltar desde el piso superior”, señaló una testigo.

Y aunque las autoridades indicaron que la primera ambulancia llegó en dos minutos, los espectadores mencionaron que eso no fue así, «si hubiera llegado a tiempo, habrían podido salvar a gente».