Joe Biden, expresidente de Estados Unidos, sorprendió al mundo con un mensaje directo desde sus redes sociales donde confirmó que enfrenta un diagnóstico de cáncer de próstata en etapa avanzada. “El cáncer nos afecta a todos”, escribió, acompañando sus palabras con una imagen familiar: él, su esposa Jill, y su gato, sonriendo pese a la dura noticia.

La oficina de Biden reveló que el tumor, detectado tras presentar molestias urinarias, se encuentra en fase 4, con metástasis ósea y una puntuación de Gleason de 9, uno de los indicadores más altos de agresividad en este tipo de cáncer. Sin embargo, los médicos son optimistas: el tumor parece responder a la terapia hormonal, lo que abre la puerta a tratamientos con buenos resultados a largo plazo.

A sus 82 años, Biden ha optado por mantenerse activo, aunque alejado de los reflectores desde que dejó la presidencia en enero. Su salud, constantemente cuestionada durante su mandato, fue una de las razones que lo llevaron a retirarse de la carrera por la reelección. Hoy, el expresidente libra una batalla muy distinta.

El anuncio generó una ola de reacciones de apoyo, incluso de sus antiguos adversarios políticos. Donald Trump, su mayor crítico, escribió: “Melania y yo le deseamos una pronta recuperación”. Barack Obama y Kamala Harris también expresaron su respaldo y cariño hacia quien fuera su compañero de gobierno.

Expertos como Judd Moul, urólogo de la Universidad de Duke, aseguran que aunque el pronóstico es serio, los avances en tratamientos permiten que pacientes en condiciones similares vivan hasta una década o más. “Hoy se combate con fármacos, no con cirugías radicales”, explicó.