Lo que comenzó como una noche de diversión entre amigos casi termina en tragedia para Sian Anderson, una joven de 18 años que estuvo al borde de la muerte debido a una meningitis bacteriana, una infección potencialmente letal que afecta las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.

Sian disfrutaba de una reunión social donde ella y sus amigos compartieron vapeadores y bebieron de las mismas botellas. Poco después, empezó a presentar síntomas alarmantes como náuseas, vómitos y manchas rojas en la piel que se extendieron rápidamente, lo que llevó a su familia a buscar atención médica de emergencia.

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La madre de Sian explicó que, según los médicos, la principal hipótesis apunta a un posible contagio a través de la saliva compartida en los vapeadores. Además, señaló que su hija presentaba síntomas de sinusitis, lo que podría haber facilitado la infección. Sin embargo, la causa exacta del contagio aún no se ha determinado.

El estado de salud de Sian se deterioró tan rápido que los médicos decidieron inducirle un coma para tratar de salvar su vida. “Nos dijeron que debíamos prepararnos para lo peor y despedirnos, ya que era posible que no saliera del coma”, relató su madre conmovida.

Contra todo pronóstico, Sian logró despertar del coma y está en proceso de recuperación. Aunque sigue convaleciente, su caso es un recordatorio del peligro de las infecciones bacterianas y de lo importante que es evitar prácticas que puedan aumentar el riesgo de contagio.