Según informes del Ministerio de Salud Pública (MSP) de Ecuador, en la Zona 4 –que incluye provincias como Guayas y Manabí– el 7,62% de las consultas médicas corresponden a enfermedades del aparato digestivo. Además, hasta abril del 2024 se han registrado 2.534 casos de intoxicación alimentaria en todo el país, siendo Pichincha la provincia más afectada. Estos indicadores, altos y en ascenso, subrayan la urgencia de reforzar la prevención y educación en salud digestiva.

La microbiota intestinal ha cobrado protagonismo en este contexto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que mantener un microbioma equilibrado es fundamental para la salud: fortalece el sistema inmunológico, mejora la absorción de nutrientes y contribuye a prevenir enfermedades.

Cuando este equilibrio se altera (fenómeno conocido como disbiosis), aumenta el riesgo de diversos trastornos. La investigación médica vincula la disbiosis con dolencias gastrointestinales comunes como el síndrome de intestino irritable o la enfermedad celíaca, así como con problemas metabólicos y alérgicos. En concreto, se ha observado que desequilibrios en la flora intestinal pueden influir en padecimientos tan disímiles como asma, obesidad y alergias alimentarias.

Como afirma la Dirección Médica de Laboratorios Bagó: “El cuidado de la microbiota intestinal se traduce en un cuidado integral de la salud. Adoptar hábitos que promuevan su equilibrio es una inversión en el bienestar a largo plazo.” Esta cita resume el enfoque educativo de la empresa, que busca informar al público general sobre prácticas sencillas para mantener la flora intestinal saludable.

Estrategias prácticas para cuidar la microbiota intestinal, según recomendaciones de Laboratorios Bagó:

• Dieta rica en fibra: Consumir abundantes frutas, verduras, legumbres y cereales integrales para nutrir las bacterias beneficiosas del intestino.
• Alimentos fermentados: Incluir yogur, kéfir, chucrut u otros fermentados que aportan probióticos naturales y favorecen la diversidad microbiana.
• Reducir ultraprocesados: Evitar alimentos altos en azúcares refinados y grasas saturadas, que pueden dañar el equilibrio de la flora intestinal.
• Uso adecuado de probióticos: En casos indicados por un profesional de salud, tomar suplementos probióticos específicos para restaurar el equilibrio intestinal.
• Control del estrés: Mantener rutinas de ejercicio, descanso y técnicas de relajación, pues el estrés crónico afecta negativamente al sistema digestivo.
• Uso responsable de antibióticos: Tomarlos sólo con prescripción médica y según indicación, ya que su uso indiscriminado elimina bacterias benéficas del intestino.

Laboratorios Bagó reitera que adoptar estos hábitos saludables es clave para fortalecer las defensas naturales del cuerpo y mejorar la salud digestiva a largo plazo. Cuidar la microbiota intestinal es, en definitiva, una estrategia de prevención efectiva para el bienestar integral de la población.