Durante el fin de semana, las calles del centro de Los Ángeles, Estados Unidos, se convirtieron en escenario de disturbios, incendios y decenas de arrestos, como consecuencia de las redadas realizadas el viernes por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La alcaldesa Karen Bass responsabilizó directamente a estas acciones por haber “echado leña al fuego innecesariamente”, señalando que no hubo coordinación previa con las autoridades locales.

“Los Ángeles estaba en paz. Si esas redadas no se hubieran producido, no estaríamos hablando de caos”, declaró Bass a CNN.

Las detenciones migratorias se realizaron sin advertencia, y la falta de información generó reacciones espontáneas en distintos puntos de la ciudad, incluyendo protestas frente a edificios públicos y enfrentamientos con la policía. En total, al menos 27 personas fueron arrestadas en Los Ángeles y otras 60 en San Francisco, incluyendo varios menores de edad.

Continúan las protestas en Los Ángeles, California ante las deportaciones de la gestapo ICE y la represión de la Guardia Nacional enviada por el racista sembrador de odio de Donald Trump, ha pero no es Cuba, Venezuela,es el paraíso terrenal del imperialismo decadente. pic.twitter.com/pe4TXcWyfW

— El Fantasma (@AlTopeyPunto198) June 9, 2025

Por su parte, Hilda Solís, presidenta pro tempore de la Junta de Supervisores del condado, aseguró que la situación ha comenzado a estabilizarse tras lo que calificó como “una de las noches más volátiles en la historia reciente de la ciudad”. Aunque se han reabierto algunas vías principales, la circulación sigue siendo limitada en zonas clave del centro.

La presencia de la Guardia Nacional, desplegada por orden del presidente Donald Trump sin el consentimiento del gobernador Gavin Newsom, sigue siendo tema de controversia. Cerca de 300 uniformados patrullan las calles, sumándose a las fuerzas locales que han sido reforzadas con vehículos blindados y equipo antidisturbios.

“Pedimos a la ciudadanía que no se deje llevar por la violencia. Este no es el camino”, exhortó Solís, instando a los manifestantes a evitar caer en provocaciones.

La incertidumbre persiste. Las autoridades locales temen que nuevas redadas puedan reavivar el malestar social y advierten que el regreso a la calma dependerá de una mejor coordinación entre el gobierno federal y las comunidades afectadas. Mientras tanto, la ciudad permanece en vilo.