Este sábado 5 de abril, el mundo fue testigo de una oleada de manifestaciones bajo el lema “Hands Off!” (¡Manos fuera!), un grito de protesta contra lo que muchos consideran una peligrosa concentración de poder entre el presidente estadounidense Donald Trump y su asesor Elon Musk.

Más de 1.400 movilizaciones tuvieron lugar en ciudades clave dentro y fuera de Estados Unidos, desde Nueva York hasta Londres y París, con casi 600.000 personas registradas participando en la jornada. Las calles se llenaron de pancartas, voces y demandas, organizadas por una coalición de agrupaciones prodemocracia, derechos civiles, sindicatos y colectivos LGBTQ+.

El mensaje fue claro: rechazo total a lo que consideran una “toma multimillonaria” del poder político, acompañada de políticas que afectan directamente a inmigrantes, personas trans, y a los programas sociales como Medicaid y la Seguridad Social.

Desde Florencia, Elon Musk lanzaba una bomba política y económica en una videoconferencia organizada por el partido italiano La Liga: su respaldo total a los aranceles impuestos por Trump y su visión de una alianza sin precedentes entre Europa y América del Norte.

Musk explicó que los nuevos aranceles nos son un enfrentamiento con Europa, sino como un movimiento estratégico para forzar una zona de libre comercio transatlántica que excluya a China del juego económico occidental. Su propuesta no solo contempla la eliminación de aranceles entre los aliados, sino también la creación de un mercado laboral unificado. Este permitiría mayor libertad de movilidad para trabajadores entre ambos continentes.

“Ese ha sido ciertamente mi consejo para el presidente”, declara Musk, dejando claro que este proyecto es parte de las discusiones más íntimas dentro del círculo de Trump.

Las declaraciones del empresario y las protestas simultáneas pintan un panorama tenso: mientras desde las calles se exige el fin de lo que perciben como una concentración antidemocrática de poder, desde las altas esferas se avanza en la conformación de una nueva arquitectura económica global.