Al menos 28 personas murieron este martes tras un violento ataque armado en una pradera turística del distrito de Anantnag, en la disputada región de Jammu y Cachemira.

El grupo responsable, el Frente de Resistencia (TRF), un colectivo militante surgido en 2019, se atribuyó la masacre en redes sociales. Aunque las autoridades investigan esta afirmación, el impacto del atentado ya ha dejado una marca profunda: la peor tragedia contra civiles en la zona en años.

Los atacantes emergieron del bosque y, de forma selectiva, abrieron fuego contra los visitantes, principalmente turistas indios, acusándolos de alterar el equilibrio demográfico de la región. Entre los fallecidos hay un ciudadano nepalí y un trabajador indio que residía en Medio Oriente.

Escenario de terror y una respuesta contundente

Testigos relatan que el tiroteo ocurrió en una zona de difícil acceso, solo transitable a pie o a caballo. Muchos sobrevivientes lograron escapar gracias a la ayuda de guías locales y voluntarios que improvisaron camillas con catres para evacuar a los heridos.

“Vi gente tirada, niños llorando… fue como una película de terror”, relató Abdul Waheed, un residente que ayudó a rescatar víctimas.

La tragedia generó una rápida reacción del Gobierno indio, que reforzó la seguridad en la región y anunció operaciones de rastreo para capturar a los responsables. El ministro de Defensa, Rajnath Singh, aseguró que habrá una respuesta «firme e innegociable».

Por su parte, el primer ministro Narendra Modi interrumpió su visita oficial a Arabia Saudita y prometió justicia para las víctimas: “No se les perdonará la vida. Este ataque no quedará impune.”

Turbulencia diplomática e impacto internacional

El ataque ha encendido nuevamente las tensiones entre India y Pakistán, ambos con reclamos históricos sobre Cachemira. Islamabad, aunque expresó condolencias, reiteró su postura sobre lo que considera “territorio ocupado”.

La comunidad internacional también reaccionó. Líderes de Estados Unidos, Francia, Israel, Rusia y varios países de Medio Oriente condenaron la masacre. El presidente Donald Trump llamó directamente a Modi para expresar solidaridad, mientras el vicepresidente J. D. Vance, que estaba de visita en India, lamentó profundamente los hechos.