En un esfuerzo conjunto por abordar la migración irregular en la región del Darién, Panamá y Estados Unidos realizaron hoy el primer vuelo de deportación, marcando un hito en la cooperación bilateral en materia migratoria. Este vuelo es resultado directo del memorando de entendimiento firmado entre ambos países, el cual busca fortalecer las estrategias para el manejo de flujos migratorios irregulares y garantizar un retorno seguro y ordenado de personas en situación irregular.

El memorando, firmado a principios de año, ha establecido un marco de colaboración que incluye el intercambio de información, asistencia técnica y operativa, y la coordinación en el retorno de migrantes. Este primer vuelo de deportación es visto como una demostración tangible del compromiso mutuo para enfrentar los desafíos asociados con la migración irregular, especialmente en la región del Darién, que ha visto un aumento significativo en el tránsito de personas en los últimos años.

Las autoridades panameñas han subrayado la importancia de esta cooperación, destacando que permitirá una gestión más eficiente de los flujos migratorios, protegiendo los derechos humanos de los migrantes y asegurando que aquellos que no cumplan con los requisitos legales para permanecer en Panamá sean retornados de manera segura a sus países de origen.

Por su parte, representantes de Estados Unidos han reafirmado su apoyo a Panamá en la gestión de esta compleja situación, y han enfatizado la necesidad de seguir trabajando juntos para abordar las causas subyacentes de la migración irregular, incluyendo la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades en los países de origen.

Este primer vuelo de deportación se ha llevado a cabo bajo estrictas medidas de seguridad y con la plena observancia de las normativas internacionales de derechos humanos, lo que refuerza el compromiso de ambos países de manejar la migración irregular de manera humanitaria y ordenada