La relación entre Elon Musk y Donald Trump, alguna vez cordial y estratégica, atraviesa su momento más delicado. Este miércoles, el empresario sudafricano y CEO de Tesla y SpaceX ofreció un sorpresivo mensaje de arrepentimiento en su red social X, tras una semana de tensos intercambios con el expresidente de Estados Unidos.

“Lamento algunas de mis publicaciones sobre el presidente @realDonaldTrump la semana pasada. Fueron demasiado lejos”, escribió Musk, reconociendo el tono y alcance de sus declaraciones pasadas.

Tensiones por el presupuesto y la política

La fricción entre ambas figuras comenzó cuando Musk cuestionó duramente un proyecto de ley de gasto respaldado por los republicanos. Según advirtió, esta legislación podría sumar USD 2,4 billones a la deuda nacional en una década. También criticó el origen del proyecto, alegando que no había sido consultado ni informado, pese a su cercanía anterior con el círculo de Trump.

El exmandatario respondió con molestia: “Estoy muy decepcionado con Elon. Le he ayudado mucho. Es irrespetuoso. No se puede faltar al respeto a la presidencia”.

Pese al desencuentro, Trump insistió en que el proyecto será aprobado antes del 4 de julio y minimizó las críticas del empresario, argumentando que han ayudado a visibilizar fortalezas de la propuesta.

Acusaciones que tensan aún más el vínculo

El conflicto se profundizó cuando Musk insinuó que Trump podría estar vinculado al caso del fallecido financista Jeffrey Epstein, sugiriendo que ciertos documentos no se han revelado por ese motivo. Trump calificó estas declaraciones como “noticias viejas” y aseguró que no existe ninguna relación con el caso, amparándose en declaraciones previas de los abogados involucrados.

En respuesta, el expresidente deslizó posibles consecuencias económicas para las empresas de Musk: “La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto es cancelar sus contratos. ¡Me sorprende que Biden no lo haya hecho!”, dijo.

Contratos millonarios en el aire

SpaceX, compañía aeroespacial de Musk, mantiene alianzas estratégicas con el gobierno estadounidense, incluyendo a la NASA y al Departamento de Defensa. Hasta ahora, no hay anuncios oficiales sobre la revisión o suspensión de estos convenios, pero la controversia ha generado ruido en los círculos políticos y mediáticos.