El calor, la humedad y las lluvias son los principales factores para la reproducción de los mosquitos, por eso la época invernal es cuando más proliferan, poniendo en riesgo a las personas debido a las enfermedades que transmiten con su picadura, entre ellas el dengue.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el dengue “se transmite a través de mosquitos hembra principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de la especie Ae. albopictus”. 

La OMS también recuerda que estos insectos son vectores de la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y el Zika. Es importante saber que un solo mosquito puede poner de 80 a 150 huevos, hasta cuatro veces al día.

Es por eso que se recomienda tener mucho cuidado cuando llega la temporada invernal. Lo más importante es evitar los criaderos de mosquitos, poniendo en práctica los siguientes consejos.

Evita dejar agua reposada en las macetas de tus plantas.

Si almacenas agua en algún tipo de recipiente, mantenlo tapado todo el tiempo. En caso de tener recipientes destapados debes cepillar las paredes, pues los mosquitos depositan sus huevos allí. 

Cambia el agua de los floreros mínimo cada 6 días y lávalos muy bien.

Mantén bien podadas las plantas y el césped de tu jardín, puesto que los mosquitos se refugian en la sombra durante el día para evitar la deshidratación. 

No tengas objetos que puedan almacenar aguas lluvias en el patio y comparte estos consejos con tus allegados y conocidos. 

Otras medidas que puedes aplicar en tu casa es que todos los miembros de la familia usen repelente, sobre todo si visten prendas descubiertas; también es importante ubicar mallas protectoras en puertas y ventanas para evitar que los mosquitos entren a la casa.

Se cree que entre los remedios caseros más efectivos se encuentran algunos aceites esenciales como el de eucalipto, almendra, limón, lavanda, citronela o romero. ¿Cómo usarlos?, debes empapar algodón y ubicarlos en frascos, lo que también hará que tu casa huela delicioso. También puedes ponerte un par de gotas en la pijama o en el cuello para evitar que estos molestos y peligrosos insectos interrumpan tu sueño, sea por sus picaduras o por su desagradable zumbido.