Un oso irrumpió en un supermercado de Akita, Japón, el pasado viernes, dejando herido a un empleado de 47 años tras un ataque en la cabeza. El trabajador logró escapar, pero el animal permaneció en el local por tres días, causando daños y saqueando productos, especialmente en la sección de carnes.

Captura del animal

Las autoridades locales implementaron una trampa con miel y manzanas para capturarlo, logrando su cometido. Debido al riesgo que representaba, el oso fue sacrificado, una medida que refleja la preocupación por la creciente interacción entre humanos y osos en Japón.

Aumento de avistamientos y ataques de osos en Japón

El país enfrenta un récord histórico de ataques de osos, con seis muertes humanas registradas en el último año fiscal y más de 9.000 osos sacrificados en el mismo período. Estos incidentes son atribuidos a factores como el cambio climático, que ha reducido el acceso a alimentos naturales, y el despoblamiento rural, que empuja a los animales hacia áreas urbanas.

Soluciones tecnológicas y advertencias a la población

Municipios como Akita han adoptado sistemas de monitoreo digital para rastrear la presencia de osos y emitir alertas a la población. Las autoridades han pedido precaución extrema, especialmente durante el otoño, cuando los osos buscan alimentos antes de hibernar.

Contexto alarmante

El caso de Akita es un ejemplo de los desafíos crecientes en la convivencia entre humanos y fauna salvaje. La disminución de cazadores y el cambio climático son factores que complican los esfuerzos para controlar la población de osos en Japón, donde los encuentros con estos animales son cada vez más comunes.