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Secuestradores sentenciados

Un hombre que brindaba servicio de transporte mediante una aplicación permaneció secuestrado por más de cuatro horas antes de ser rescatado del interior de la cajuela de un taxi.

Redacción

22 febrero, 2024

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Un hombre que brindaba servicio de transporte mediante una aplicación permaneció secuestrado por más de cuatro horas antes de ser rescatado del interior de la cajuela de un taxi.

La pesadilla que vivió la noche del 1 de marzo de 2023 tiene nombres y apellidos: Alan Jahir Q. P., Óscar Geovanni P. G., Ángel Fernando T. M. y Javier Patricio V. N. Sobre los tres primeros pesa una sentencia de diecisiete años y cuatro meses, como autores del delito de secuestro extorsivo.

En tanto que el cuarto involucrado fue condenado a ocho años y ocho meses, en calidad de cómplice.

Fiscalía, en la audiencia de juicio, probó la responsabilidad de los cuatro procesados en el secuestro extorsivo de un hombre que se ganaba la vida haciendo carreras en su auto.

En su alegato, la Fiscal de la Unidad de Gestión de Audiencias a cargo de la causa narró que la noche en que se perpetró el delito, la víctima recibió en su teléfono celular un pedido de viaje desde la terminal terrestre de Quitumbe.

Alan Jahir Q. P. apareció en el sitio fingiendo ser solo un pasajero: se subió en el asiento del copiloto y, antes de que el conductor arrancara, sacó un arma de fuego para amedrentarlo. En medio del forcejeo agregó la Fiscal surgieron de la nada Óscar Giovanni P. G. y Xavier Patricio V. N. Entre los tres antisociales controlaron a la víctima para trasladarlo al asiento posterior.

La investigación que se llevó en la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada Transnacional e Internacional (Fedoti No. 3) reveló que, durante el tiempo que el hombre permaneció cautivo, los criminales hicieron retiros de su cuenta bancaria.

Maniatado, amordazado y con los ojos vendados, fue trasladado a la cajuela de un taxi que quedó bajo custodia de Oscar Giovanni P. G., mientras que los otros dos secuestradores se llevaron el vehículo de la víctima para esconderlo en un parqueadero.

La liberación

La investigación fiscal también reveló detalles sobre la liberación: mientras permanecía en la cajuela del taxi con su custodio, que ocupaba un espacio del asiento trasero, el secuestrado escuchó que al lado se estacionó otro automotor. Se dio cuenta de que se trataba de una camioneta a diésel, por el ruido que emitía, como el que provocan las patrullas de Policía. Para su suerte, la sospecha fue cierta.

El hombre pateó desde adentro la cajuela, lo que puso nervioso a su captor. De un brinco, él pasó de la parte posterior al puesto del copiloto. El movimiento llamó la atención de los policías que se le acercaron a pedirle una explicación.

Óscar Giovanni P. G. les dijo que estaba cuidando el carro, pero esa justificación fue opacada por los gritos que salían del baúl del taxi.

Al poco tiempo aparecieron Alan Jahir Q. P., Xavier Patricio V. N. en otro taxi, conducido por Ángel Fernando T. (cómplice). Aunque ellos intentaron deslindarse del secuestro, la víctima los identificó frente a la Policía como quienes le privaron de la libertad.

Estos hechos fueron demostrados por Fiscalía en la audiencia de juicio, logrando la condena de los cuatro procesados.

Este caso fue sentenciado con base en el artículo 162, numerales 4 y 9, del Código Orgánico Integral Penal (COIP). La norma sanciona al secuestro extorsivo con trece años de cárcel si el delito se comete con apoderamiento de vehículo y si se somete a la víctima a actos de tortura física o psicológica. Para incrementar la pena en un tercio, el Tribunal consideró las circunstancias agravantes del artículo 47, numeral 5, del COIP: “cometer la infracción con participación de dos o más personas”.

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